Arte correo o Mail art... por Hilda Paz
En este espacio todos somos artistas, todos podemos hacer convocatorias, sellos
Estampillas
Se trata de sacar al arte a la calle, a que cada uno resuelva en su espacio y con su propio talento la alternativa de ser.
Una imagen es siempre, un silencio acuoso, una luz rasa, una puerta transparente que desata todas nuestras fantasías.
Exponer en garajes, en plazas, en espacios públicos.
Poner el arte al alcance de todos, poder volver a ser niño.
Nunca se sabe, cuando uno prepara un sobre para mandar, si este llegara a puerto, tampoco sabe cuándo le llega a uno algo que contiene de sorprendente.
Y vamos con el azar, entre la luz, armando espacios
Para mí, la alternativa del arte, está en rescatar la memoria, incorporar en el grabado, la poesía visual, las cartas o la pintura toda la vida porque siento que voy hacia el misterio de la identidad, para convertirme en reflejo, espejo, línea de tiempo de otros hacia uno.
Todas las obras hacen una.
Socializan la idea, la convierten subvirtiéndola.
Las obras no se devuelven cada artecorreista tiene su archivo.
Las obras artecorreistas no se venden. No tienen precio
Se participa por placer
Se convoca por placer
No hay status
Y sentir que se puede expresar.
Creo que todo empieza al caminar por el borde, estirarse
Amo la multiplicidad, del arte correo por lo que ella encierra. porque percibo que todo es frágil y trato de dejar la mayor cantidad de huellas posibles
Y quiero que todo tenga misterio
Como cuando miro deslizarse la noche y sé que siempre va a seguir estando, inalterable, vertiendo su color sobre todos los seres, alcanzándoles como me alcanza a mí en una carta que llega quien sabe de dónde, con todo su peso acuesta y empieza a andar conmigo, llevándola por días en mi mundo, en este otro fondo del mundo que es mi país
Toda la red de arte correo, del net-art, de los poetas visuales son las miles de voces calladas que circundan otros espacios, otros signos, antes de que el mundo pueda ser destruido y haya que empezar de nuevo.
Hilda Paz
Bernal
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